ESQUIZOFRENIA Y OTRAS PSICOSIS
La prevalencia de experiencias alucinatorias y delirantes en la población general, en alguna ocasión, es relativamente elevada. En las psicosis, la característica esencial es la pérdida de contacto con la realidad o del sentido común.
La esquizofrenia es una alteración en la que se dan una serie de signos y síntomas asociados a una marcada disfunción social o laboral. Los síntomas característicos de esquizofrenia son ideas delirantes y alucinaciones, el lenguaje y comportamiento desorganizados, restricciones en la intensidad de la expresión emocional, en la fluidez verbal, menor productividad del pensamiento y reducción del lenguaje espontáneo, así como en la capacidad de disfrute y en el inicio de un comportamiento dirigido a un objetivo, relacionado este con la falta de motivación. Se dan alteraciones cognitivas en la atención, memoria y la ejecución.
Las ideas delirantes son creencias erróneas que habitualmente implican una mala interpretación de las percepciones o experiencias. Estas se pueden dar en otras psicosis además de en la esquizofrenia.
Las alucinaciones pueden ocurrir en la esquizofrenia y en otras psicosis en cualquier modalidad sensorial, siendo las auditivas las más habituales. Estas son experimentadas generalmente como voces, conocidas o desconocidas, que son percibidas como distintas de los pensamientos de la propia persona. Las alucinaciones deben producirse en un contexto de claridad sensorial. Las que ocurren mientras se concilia el sueño (hipnagógicas), o al despertar (hipnopómpicas) se consideran dentro del abanico de experiencias normales.
La terapia clínica ayuda en el paciente en la disminución de los síntomas centrales y la mejora de procesos básicos como el manejo del estrés, la rehabilitación cognitiva, la adquisición de habilidades sociales y la modificación del ambiente social y familiar.