En psicoterapia gestáltica, el acento está en la relación paciente-terapeuta, no tanto en las técnicas. La potencia de la Gestalt es el compromiso para la exploración de la conciencia. Es el propio terapeuta la técnica por excelencia y supone un mayor nivel de implicación por parte de éste. A la figura del terapeuta gestáltico se le pide una implicación grande del aquí y ahora, para hacer de espejo al paciente, y también señalándole. La formula es la teoría del hacer, se combinan dos asuntos, la tarea del explorador y el de acompañar. El explorador es un terapeuta entrenado en el desarrollo de la conciencia y la espontaneidad.
Fritz Perls (el creador de la terapia Gestalt) habló más de simpatía que empatía. Compadecerse con el otro, estar con el otro, sentir con el otro que no es sentir como si fuera el otro (empatía). La simpatía en el proceso terapéutico es estar con el otro sin dejar de ser uno.