ABUSO DE ALCOHOL Y OTRAS SUSTANCIAS
El abuso de sustancias, y en concreto el alcohol, es actualmente un problema que afecta a la vida social, familiar, y transformándose, en muchos casos, en un problema grave de salud mental. Consiste en un patrón desadaptativo de consumo de sustancias manifestado por consecuencias adversas significativas y recurrentes relacionado con el consumo repetido de sustancias. Para que pueda considerarse abuso, el problema relacionado con la sustancia debe haberse producido repetidamente durante un periodo continuado de 12 meses o bien debe ser persistente.
Los trastornos relacionados con sustancias incluyen los trastornos relacionados con la ingestión de una droga de abuso (incluyendo el alcohol), los efectos secundarios de un medicamento y la exposición a tóxicos.
La característica principal de la dependencia de sustancias consiste en un grupo de síntomas cognoscitivos, de comportamiento y fisiológicos que indican que el individuo continúa consumiendo la sustancia, a pesar de la aparición de problemas significativos relacionados con ella. Existe un patrón de repetida autoadministración que a menudo lleva a la tolerancia, la abstinencia y a una ingestión compulsiva de la sustancia.
La necesidad irresistible de consumo ó “craving” se observa en la mayoría de los pacientes con dependencia de sustancias.
Existen varias técnicas psicoterapéuticas en el tratamiento del alcoholismo y del abuso a otras sustancias que se han consolidado efectivas como son la terapia aversiva, entrenamiento en habilidades sociales y habilidades de afrontamiento, entrenamiento en autocontrol conductual, aproximación de refuerzo comunitario, y terapia cognitiva orientada a entrenamiento en solución de problemas, terapia marital y familiar conductual, y el manejo de la ansiedad y el estrés. Todas estas terapias pueden ir unidas a un tratamiento farmacológico.